Hola, Moza, me encanta tu columna y noto que en estos momentos tienes muchos lectores.
Mi problema es que soy un hombre casado hace nueve años con una mujer menor que yo.
La verdad es que le llevo 20 años, los cuales antes no eran ningún problema, hasta hace poco. Moza, ella se veía muy bien cuando comenzamos a vivir juntos, parecía una Barbie, delgada y guapa, pero ahora que ya tiene 26 años, las cosas han cambiado y mucho.
Está gorda, no se arregla, se le ha puesto la cara fea, el cabello lo tiene descuidado, no se pinta las uñas y créeme, Moza, se ve de la misma edad que yo.
Eso me hace sentir muy mal. Yo la amo, pero no me agrada tener una mujer descuidada al lado, sobre todo porque la gente dice que le he robado la juventud, y por eso se ve fea.
No es justo, yo soy un hombre maduro y le compro cosas para que se vea bien, pero ella es la descuidada. Imagínate que no tiene tiempo ni para arreglar la casa, siempre tengo que ayudarle.
Lo peor de todo es que ya me estoy fijando en otras mujeres. Por lo menos en mi trabajo hay una chica que me encanta, y yo a ella. Me siento mal, muy mal porque he salido con esa chica y me gusta.
¿Qué hago? Amo a mi esposa, pero me está pasando esto, quiero que vuelva a ser la misma.
Alfredo.
Estimado lector, creo que en el fondo amas a tu esposa y no quieres perderla. Veo muy bien que quieras que se arregle y se ponga bonita, pero tienes que seguir insistiéndole que lo haga no solo por ti, sino por ella. Hasta allí bien. Lo que veo mal es que busques fuera de casa a otra mujer. Detén eso antes de que pierdas a la mujer que dices amar. Todo es paciencia y fe para que todo se arregle.
