Hace dos semanas, comencé un cuadro agudo de dolor anal extremo. Nunca le había prestado atención a pequeñas tetitas de carne que tenía en el ano. Ahora me dolían y estaba una de ellas azulada. Fui a mi médico, él me refirió a un proctólogo que me puso en una posición incómoda, en una camilla similar a la que se usa para dar a luz un bebé en los hospitales y luego de examinarme con una especie de lentes de aumento, me dijo que tenía hemorroides y que una de ellas estaba trombosada lo que me causaba dolor, por lo que era necesario cortarla en el momento. De manera casi inmediata, procedió a hacer lo que decía, y puso un poco de tejido en un frasco para enviarlo a patología. Allí fue mi mayor susto porque pensé que podía ser un cáncer; pero él me explicó que era solo un procedimiento de rutina.
¿Las hemorroides se pueden transformar en cáncer?
No, las hemorroides son parecidas a las venas varicosas, pero solo aparecen en la región anal, venas dilatadas y agrandadas de los plexos hemorroidales (plexos hemorroidales incluyen la red de vasos sanguíneos del recto y canal anal).
Para poder entender las hemorroides, piensa que la hemorroide es la parte más débil de un vena. Como cuando a una llanta le sale un huevo en la parte más débil de la cubierta, la hemorroide surge cuando una de las venas debilitadas de la región anal se expande por la presión como cuando uno esta sentado en el baño haciendo esfuerzo y no es capaz de volver a su tamaño normal. Si la vena dilatada está por fuera del ano, pero muy cerca de él, se la describe como una hemorroide externa. Si la vena dilatada está por dentro del ano, se la describe como una hemorroide interna y a pesar de que pueden sangrar, suelen doler solo esporádicamente o cuando están infectadas. Las hemorroides internas solo aparecen en los últimos cinco centímetros (5 cm) próximos a tu orificio anal. Es por este motivo que un médico puede fácilmente examinar a un paciente en busca de hemorroides internas.
En algunos casos, una hemorroide se puede llenar de sangre, la sangre entra, pero no toda logra salir, lo que causa gran hinchazón y dolor al final. Si entonces se forma un coágulo de sangre dentro de la hemorroide, esto se define como una " hemorroide trombosada ".
Las hemorroides trombosadas pueden requerir una pequeña cirugía de manera inmediata: un anestésico local - que puede arder un poco al inicio - se inyecta en la hemorroide trombosada, se corta para abrirla y se exprimen los contenidos. Normalmente, la persona sale del consultorio caminando solo, con una receta de analgésicos por vía oral, sintiéndose muy aliviado, además de los cambios de estilo de vida para evitar que se inflamen o trombosen otras.
En ningún caso, estas venas dilatadas se pueden convertir en cáncer, aunque hay procesos tumorales que se podrían confundir a los ojos no calificados. Fue a un médico especialista en estos problemas (proctólogo) y él le dijo que eran hemorroides. Su preocupación en este caso más que hacia el cáncer debe ir al estilo de vida.
Casi todos los problemas de hemorroides son causados por el estreñimiento o la diarrea, ambas de estas pueden ser tratadas con una dieta saludable que incluya suficiente fibra dietética y agua todos los días. Para la prevención de las hemorroides, una persona normal necesita ingerir entre 25 y 35 gramos de fibra dietética cada día, para mantener al tracto gastrointestinal funcionando adecuadamente. No vaya a comer más de 35 gramos por día al menos que tu médico te lo indique específicamente. Demasiada fibra produce distensión, gases y náuseas; puede incluso ser malo para las hemorroides ya que las heces se pueden volver muy duras y pequeñas lo que llevará a muchas idas al baño para poder evacuar el intestino completamente. El aumento de la fibra en la dieta, debe ser gradual y acompañarla de ingesta de agua. Una dieta balanceada ayudará a reducir la presión arterial, y le dará a tu sistema cardiovascular los nutrientes que necesita para mantener un tono apropiado, nutrir tus músculos bien para que puedan soportar las venas hemorroidales en tu pelvis y concederte la energía para vivir una vida activa que mantiene a la sangre circulando bien.