Comunidades de Mariato y Soná nuevamente bajo el agua: años de inundaciones sin soluciones definitivas
La gobernadora de Veraguas, Hildemarta Riera, informó que ya se ha iniciado el envío de ayuda humanitaria, incluyendo agua potable, alimentos, ropa seca, frazadas y asistencia médica. “Estamos verificando las condiciones de salud, sobre todo de los niños y adultos mayores”, expresó.
Las fuertes lluvias registradas desde la medianoche del domingo han vuelto a poner en evidencia la vulnerabilidad de las comunidades de los distritos de Mariato y Soná, en la provincia de Veraguas, donde decenas de familias viven desde hace años con el temor de perderlo todo cada vez que se intensifica la temporada lluviosa.
El director regional del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), Arturo González, informó que la provincia se mantiene bajo alerta verde ante el aumento de las precipitaciones y el desbordamiento de varios ríos de la región sureña.
En el corregimiento de Loma de Quebro, siete viviendas resultaron anegadas, mientras que, en el sector de El Cucullo, tres familias también sufrieron afectaciones. Mientras que en el corregimiento de Arenas un equipo de los bomberos y Sinaproc hacían el esfuerzo por ayudar a los afectados.
“Las vías de acceso están incomunicadas y solo es posible llegar con vehículos de doble tracción. Las familias fueron evacuadas a zonas seguras”, explicó González. Sin embargo, reconoció que el problema no es nuevo y que muchas de las viviendas afectadas están en áreas propensas a inundaciones, donde año tras año se repite la misma situación.
A pesar del riesgo, los pobladores se resisten a abandonar sus tierras, aferrados a sus viviendas, cultivos y animales, su principal sustento. “Aquí nacimos y aquí vivimos. Nadie nos ha dado una opción real para movernos”, comentó uno de los residentes de Loma de Quebro, reflejando la frustración de una comunidad que se siente olvidada.
La gobernadora de Veraguas, Hildemarta Riera, informó que ya se ha iniciado el envío de ayuda humanitaria, incluyendo agua potable, alimentos, ropa seca, frazadas y asistencia médica. “Estamos verificando las condiciones de salud, sobre todo de los niños y adultos mayores”, expresó.
No obstante, la ayuda inmediata no resuelve un problema estructural que lleva décadas sin atenderse. En cada temporada de lluvias, los mismos sectores quedan aislados y las mismas familias lo pierden todo, sin que existan proyectos concretos de reubicación o mitigación de riesgo.
Organismos locales han reiterado la urgencia de planes de drenaje, muros de contención y educación comunitaria para la prevención, pero los esfuerzos parecen diluirse entre promesas y falta de presupuesto.
Mientras tanto, los ríos de Mariato y Soná vuelven a recordar que la naturaleza no espera, y que, sin planificación ni compromiso sostenido, las inundaciones seguirán siendo una tragedia anunciada en Veraguas.