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Consecuencias de una gesta inolvidable
La multitud, enardecida, comenzó a lanzar piedras, que causaron heridas leves y molestias a varios de los oficiales de policía quienes respondían con disparos a la multitud.
Los hechos históricos del 9 de enero que devolvieron la soberanía al suelo istmeño. En aquel entonces, a pesar que se esperaba una respuesta de los panameños por la izada de la bandera estadounidense en el área Balboa, la revuelta sorprendió a los estadounidenses. Las noticias de las acciones en la Secundaria de Balboa alcanzaron a los estudiantes del Instituto Nacional (IN), conocido como el "nido de águilas" y cuna de personajes de gran importancia para Panamá. Liderados por Guillermo Guevara Paz, un joven de 17 años, entre 150 y 200 estudiantes del IN marcharon en dirección a la Secundaria de Balboa, cargando la bandera panameña y cartelones, proclamando así la soberanía de Panamá sobre la Zona del Canal. Antes de iniciar su marcha, informaron al director del plantel y a las autoridades de la Zona que su intención era izar la bandera panameña en el asta de la Secundaria de Balboa, donde los estadounidenses habían izado la suya. En la Secundaria de Balboa, los estudiantes panameños fueron recibidos por la policía de la Zona y por una multitud de estudiantes y adultos que estaban en contra del objetivo de los estudiantes panameños. Pese a esto, luego de negociaciones entre los estudiantes panameños y la policía, se le permitió a un pequeño grupo acercarse al asta, mientras que la policía mantenía a la multitud alejada. Media docena de estudiantes panameños, cargando su bandera, se acercaron al asta, siendo observados por los habitantes de la Zona quienes rodearon el asta, cantaron el himno de Estados Unidos y rechazaron el trato entre la policía y los estudiantes panameños, hecho que inició un trifulca. Los panameños fueron rechazados por los civiles y fueron respaldados por la policía. En el curso de la discusión la bandera panameña resultó rota en pedazos. Se trataba de una bandera con significancia histórica, ya que los estudiantes del nido de águilas la habían cargado en 1947, durante demostraciones contra el tratado Filós-Hines y en demanda de la retirada de las bases estadounidenses. La información sobre cómo se rompió la bandera resultó controversial: el capitán Gaddis Wall, que estaba a cargo de la policía en el lugar de los hechos, negó cualquier culpa de parte de los estadounidenses, y afirmó que los estudiantes panameños se tropezaron y accidentalmente rompieron su propia bandera. Se inicia la violencia El hecho de la ruptura de la bandera panameña, marcó el detonante y molestias por parte de la población, y entonces así multitudes de panameños enojados se fueron acercando a la frontera entre la ciudad de Panamá y la Zona del Canal. En varias oportunidades, los manifestantes entraron a la Zona, sembrando banderas panameñas, sin embargo eran expulsados con gas lacrimógeno lanzado por la policía de la Zona. La multitud, enardecida, comenzó a lanzar piedras, que causaron heridas leves y molestias a varios de los oficiales de policía quienes respondían con disparos a la multitud. Las autoridades de la Zona del Canal pidieron a la Guardia Nacional que suprimieran los disturbios, pero la Guardia se mantuvo alejada de los incidentes. Mientras, los protestantes empezaron a romper la cerca que separaba la Zona del Canal de la República de Panamá. Tras sucesivas andanadas de gases lacrimógenos, la policía de la Zona comenzó a disparar sobre quienes empujaban o rompían la cerca. Las multitudes panameñas crecían a medida que se acercaba la noche, y para las 8 p.m., unos 80 a 85 policías de la Zona del Canal enfrentaban al menos 5000 protestantes. Algunos estimaciones llegan a mencionar hasta 30, 000 o más manifestantes. La confrontación no se limitó al área de la ciudad de Panamá: las noticias de los enfrentamientos se regaron con rapidez por radio, televisión y llamadas telefónicas privadas, y viajaron 50 millas de la costa Pacífica de Panamá hasta la costa Atlántica. La provincia de Colón, vio surgir disturbios unas pocas horas luego del inicio de las hostilidades en el lado Pacífico, donde las luchas intensas continuaron durante los próximos 2 días. A diferencia de la ciudad de Panamá, las autoridades panameñas en Colón hicieron intentos al inicio de separar a los combatientes. Algunos incidentes se suscitaron en otras ciudades de Panamá. Sin duda, la imagen más famosa que existe de los eventos de este día es la de dos estudiantes panameños en uniforme, trepando sobre la cerca en Ancón, cargando la bandera panameña. A pedido del vice gobernador, asumió la autoridad sobre la Zona del Canal el General Andrew P. O'Meara, comandante del Comando Sur de Estados Unidos. La Brigada de Infantería 193 fue desplegada alrededor de las 8:35 p.m., lo cual determinó el cese de los disturbios en la Zona. Los hechos de violencia continuaron algunas horas en la ciudad de Panamá: los negocios propiedad de estadounidenses fueron incendidados, y el recién inaugurado edificio de Pan American Airlines que, a pesar de hospedar a una corporación estadounidense era propiedad de panameños fue completamente destruido. A la mañana siguiente fueron encontrados en los escombros los cuerpos sin vida de 6 panameños, probablemente atrapados en el edificio mientras saqueaban. Las muertesA medida que los disparos se hicieron comunes entre ambos bandos, un cierto número de personas sufrió heridas por proyectil de arma de fuego y murieron bajo circunstancias controversiales. Ascanio Arosemena, quien fue un dirigente estudiantil del Instituto Nacional, aunque posteriormente estudia en la Escuela Profesional Isabel Herrera de Obaldía y de unos 20 años, fue herido en un ángulo por la espalda, a través del hombro y el tórax. Fue el primero de los Mártires, como se les llamó y se les conoce a los muertos y víctimas de esos días. De acuerdo a los testimonios, Arosemena murió mientras ayudaba a evacuar protestantes heridos de la zona de peligro. Los testigos parecen estar apoyados por una fotografía de Arosemena ayudando a un compañero herido, que se dice fue tomada instantes previos a que fuera herido. El edificio donde todo empezó, la Secundaria de Balboa, hoy lleva su nombre al igual que un Centro de Capacitación de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) y una Avenida de la antigua Zona del Canal también lleva su nombre. Una bebé de 6 meses, Maritza Ávila Alabarca, murió con problemas respiratorios mientras su vecindario era bombardeado con gas lacrimógeno. Los Estados Unidos negaron que la muerte de la bebé estuviera ligada con el uso de gas lacrimógeno, sosteniendo la opinión de que no es un agente letal, sin embargo el 28 de septiembre de 2000, el profesor Uwe Heinrich publicó un estudio para investigar el uso de gas lacrimógeno por el FBI en el complejo de los Davidianos, en el que explicó que, si no se usan máscaras de gas y los afectados están en un lugar confinado, "... hay una posibilidad de que la exposición a gas lacrimógeno CS pueda significativamente contribuir, o incluso causar efectos letales". Varios recuentos panameños culpan de todas las muertes a los estadounidenses, lo cual no parece enteramente acertado; por ejemplo, las víctimas del fuego del edificio de Pan American Airlines no pueden ser atribuidas a los estadounidenses. Además, los panameños dispararon también contra los estadounidenses, y en algunos casos puede que hayan herido a compatriotas. Por su parte, la versión oficial de la policía de la Zona del Canal fue que la policía no disparó directamente a los manifestantes, sino sobre sus cabezas o a sus pies, y que todos los panameños que murieron eran ya sea saqueadores o víctimas de otros panameños. Esta versión fue desacreditada por investigadores independientes, que encontraron que la policía disparó directamente a las multitudes y mató a Arosemena y un número de otros panameños. Los expertos de balística del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones) argumentaron que seis panameños fueron asesinados con balas de calibre 0.38 calibre Smith and Wesson, los utilizados por la policía de la Zona del Canal. Un recuento definitivo de todas las muertes de esos días no ha sido publicado y tal vez nunca lo sea. A pesar que algunas fuentes panameñas dan nombres y números diferentes, la lista de los mártires panameños puede encontrarse en el monumento a los mártires en Colón (donde se encuentran los restos de los mártires colonenses). Los 22 listados aquí incluyen a: Ascanio Arosemena Chávez, Gonzalo Antonio Crance Robles, Teófilo Belisario De La Torre Espinosa, Jacinto Palacios Cobos, Alberto Oriel Tejada, Ezequiel Meneses González, Luis Vicente Bonilla Cacó, José Enrique Gil, Alberto Nichols Constance, Víctor Manuel Iglesias, Rodolfo Sánchez Benítez, Víctor Manuel Garibaldo Figueroa, Gustavo Rogelio Lara, José Del Cid Cobos, Ricardo Murgas Villamonte, Rosa Elena Landecho, Ovidio Lizandro Saldaña Armuelles, Etanislao Orobio Williams, Maritza Ávila Alabarca, Carlos Renato Lara, Evilio Lara, y Celestino Villareta, La mayoría de los recuentos estadounidenses listan las bajas de su lado en cuatro, a pesar que algunos varían entre 3 o 5. Los que murieron peleando en el lado estadounidense incluyen a: Luis Jiménez Cruz, David Haupt, Gerald St. Aubin y Michael W. Rowland. La mayoría de las heridas sufridas por ciudadanos estadounidenses fueron causadas por rocas o botellas que les fueron lanzadas. Cuando terminó la pelea, los investigadores del DENI encontraron más de 600 balas incrustadas en el edificio de la Asamblea Legislativa, localizado cerca de la frontera de ese entonces. El Hospital Santo Tomás (HST), reportó que atendió 324 heridos y 18 muertes producto de los disturbios. El hospital de la Caja de Seguro Social trató a 16 heridos. La mayoría de los muertos y heridos sufrieron heridas por proyectiles de armas de fuego. Algunos de los más severamente heridos quedaron con secuelas neurológicas o parálisis causadas por sus heridas de bala. Los investigadores estadounidenses encontraron luego de la pelea más de 400 balas incrustadas en el Hotel Tivoli. Años más tarde, el gobierno de los Estados Unidos ordenó desclasificar los documentos históricos respecto a los disturbios de 1964, incluyendo los números de municiones utilizadas por el Comando Sur. El registro oficial fue que el Ejército de Estados Unidos disparó 450 balas de rifle calibre 0.30, 5 balas calibre 0.45, 7193 granadas o proyectiles de gas lacrimógeno. También el Ejército dice haber usado 340 libras de químico CN-1 chemical (gas lacrimógeno suave) y 120 libras de químico CS-1 (gas lacrimógeno fuerte). El mismo reporte dice que la policía de la Zona del Canal disparó 1850 balas calibre 0.38 y 600 balas de escopeta en la pelea, además de 132 granadas de gas lacrimógeno. Las consecuencias inmediatas del suceso La embajada de Estados Unidos recibió orden de quemar todos los documentos comprometidos. Un número de estadounidenses residentes en la ciudad de Panamá, particularmente personal militar y sus familias que no consiguieron alojamiento en las bases militares, fueron forzados a dejar sus hogares. Hubo muchos casos en que panameños dieron refugio a estadounidenses que estaban en peligro en la ciudad de Panamá y otras ciudades. La censura incompleta tuvo el efecto secundario de generar rumores en ambos bandos. Un rumor que emitido en parte por los medios de Estados Unidos y que, aunque falso, circuló mucho en la Zona, decía que la Zona del Canal había sido renombrada como "Zona del Canal de Estados Unidos" y que pasaría a ser una posesión definitiva de los Estados Unidos. Algunos reporteros alegaron un gigantesco plan comunista, involucrando Demócratas Cristianos, Socialistas, líderes estudiantiles y otros, bajo el control de Fidel Castro. Sin embargo, todo indica que los comunistas panameños fueron tomados por sorpresa por el brote de violencia y fueron una minoría entre quienes pelearon contra los estadounidenses en el Día de los Mártires. Una buena indicación de la relativa fuerza comunista vino dos semanas después, cuando la iglesia Católica comandó una marcha por los caídos, a la que concurrieron aproximadamente 40 000 mil personas. Una conmemoración rival de los comunistas el mismo día atrajo sólo unos 300 participantes. Hecho generó reacción internacional y consecuencias La reacción internacional fue desfavorable para con los Estados Unidos. La opinión de muchos panameños y latinoamericanos fue expresada unos días después por el embajador de Colombia ante la Organización de Estados Americanos: "En Panamá existe hoy otro muro de Berlín." Los británicos y franceses, que habían sido criticados por Estados Unidos por sus políticas coloniales, dijeron que estas críticas habían sido hipócritas, ya que sus ciudadanos establecidos en la Zona eran tan desagradables como cualquier otro grupo de colonos. El presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser sugirió que Panamá nacionalizara su Canal, como ellos habían nacionalizado el Canal de Suez. También China, la Unión Soviética y Cuba, denunciaron a los Estados Unidos con fuertes términos. El dictador español Francisco Franco acusó a Estados Unidos de agresión contra Panamá. Significativamente, otros gobiernos del Hemisferio Occidental, que habían apoyado las políticas de Estados Unidos, se negaron a apoyar la posición norteamericana. Venezuela lideró un coro de críticas latinoamericanas contra los Estados Unidos. La Organización de los Estados Americanos, bajo el auspicio de Brasil, tomó la jurisdicción de la disputa de las manos de la ONU y puso el asunto sobre su Comité de Paz InterAmericano. El comité envió a Panamá una comisión investigadora, la cual fue recibida con un paro de labores nacional por 15 minutos para demostrar la unidad del pueblo panameño. Tras el regreso de la comisión, que había estado una semana en Panamá, no se tomó ninguna acción sobre la moción panameña para culpar a los Estados Unidos de agresión, pero el comité acusó a los estadounidenses de utilizar fuerza innecesaria. Otras consecuencias de largo plazo El presidente de Panamá en esa época, Roberto Chiari, rompió relaciones diplomáticas con los Estados Unidos, un hecho sin precedentes, puesto que ninguna nación; en la que Estados Unidos estuviera presente, se había atrevido a hacerlo. El 15 de enero de 1964, el presidente Chiari declaró que Panamá no reiniciaría relaciones diplomáticas hasta que se acordara abrir negociaciones para un nuevo tratado. Por sus acciones en esta oportunidad, el Presidente Chiari es conocido como el "Presidente de la Dignidad". Los primeros pasos en la dirección exigida por Panamá fueron tomados en el mes de abril, cuando ambas naciones acordaron reasumir relaciones diplomáticas y el gobierno de los Estados Unidos accedió a adoptar procedimientos para "la eliminación de las causas de conflicto entre las dos naciones". Unas semanas después, Robert Anderson, el enviado especial del presidente Lyndon Johnson, voló a Panamá para comenzar las negociaciones. Luego de una reunión en la isla de Contadora, los Presidentes de Costa Rica, Colombia y Venezuela dieron su apoyo incondicional a Panamá. Este incidente es considerado como el catalizador para la eventual abolición del concepto de control "en perpetuidad" sobre la Zona del Canal por parte de Estados Unidos. Con la firma de los Tratados Torrijos-Carter del año 1977, se disolvió la Zona del Canal proceso que culminó en 1979 y se puso fechas para el cierre de las bases militares de Estados Unidos y el traspaso de las propiedades. Al mediodía del 31 de diciembre de 1999, el gobierno de los Estados Unidos traspasó el control definitivo del Canal de Panamá al gobierno panameño, hecho conocido como: Reversión definitiva del Canal de Panamá a manos panameñas. Fue un día en que los panameños, llenos de fervor patriótico salieron a las calles se apostaron en el edificio de la Administración y entonaron las notas del himno nacional, para luego ser testigos del traspaso de lo que hoy es puente del mundo y fluencia de la economía panameña. Cabe destacar que la vía interoceánica fue recibida por la primera mujer presidente del país, Mireya Moscoso, y por el ministro de Asuntos del Canal en ese entonces Ricardo Martinelli quien años después fue elegido por votación popular como presidente en el periodo 2009-2014 . Monumentos a los mártires del 9 de enero de 1964 El Monumento a los mártires del 9 de enero de 1964 en la ciudad de Panamá es dedicado por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) a estas víctimas, se encuentraubicado en la Plaza del Centro de Capacitación Ascanio Arosemena antigua escuela secundaria de Balboa, fue inaugurado el 9 de enero de 2003 y diseñado por Alcides Ponce Patiño, Evángelo Vamvas y Tamara Salamín, trabajadores canaleros de la sección de Arquitectura de la ACP.
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