Son 24 horas DE DERROCHE
No tiene el auge ni el renombre de la conocida Calle Uruguay en la capital, pero ya muchos comparan una de las avenidas de La Chorrera con el popular lugar de diversión, y es que en el sitio se encuentra todo tipo de actividades nocturnas que habla mucho de este pueblo en crecimiento.
Durante el día, el distrito es tranquillo, por sus calles caminan los lugareños que salen hacer sus compras a diversos almacenes y supermercados, allí prosperan los pequeños negocios de verduras y legumbres, pero cuando va cayendo la noche, el panorama es totalmente diferente.
Son las 10:00 p.m. y la calle que da inicio desde la conocida panadería La Lupita hasta el parque Libertador se va llenando de parranderos, unos afuera de las cantinas, los hombres con su pinta en mano comienzan a enamorar a las mujeres que vestidas de forma provocadora llegan hacerles compañía, mientras se aprovechan y les hacen pagarles las cervezas.
A las 10:30 p.m. surge una pelea de enamorados, ella le reclama que por su borrachera no la dejan seguir en el lugar, él solo dice perate mamy no seas así, y salen a relucir los carterazos.
La mujer podría tener 50 años y el hombre unos 35, pero al final el amor triunfó y se pierden entre callejones.
11:45 p.m. una breve requisa por parte de la Policía Nacional en lugar da con la captura de un hombre que no tenía documentos y se resistía al arresto, él fue llevado en la patrulla, mientras otros prefirieron irse del lugar al ver la presencia policial.
12:00 m.n. otra realidad salta a la vista, la prostitución toma rostro masculino, siendo calles aleñadas al mercado de abasto las preferidas por los travestis.
12:10, más de dos autos ya se ha detenido frente a un travesti de tez morena, quien con un pantalón corto y blusa escotada no dice su nombre, pero con su fuerte voz masculina dio a conocer que cobra 20 dólares, incluye todo y más de dos horas. Solo fueron cuatro horas de recorrido donde quedó claro que La Chorrera se ha convertido en un territorio de placer nocturno que sus propios pobladores desconocen.