Días después de la histórica segunda clasificación de Panamá a un Mundial, la primera bajo el mando de Thomas Christiansen, el DT se tomó un respiro para mirar atrás y agradecer.
Reconoció el crecimiento del equipo, el trabajo del cuerpo técnico, el apoyo incondicional de la afición y, muy especialmente, el respaldo de su familia, con un guiño particular a su esposa, quien ha estado a su lado en cada etapa del proceso.
"Me siento muy orgulloso del crecimiento de los jugadores en todos los ámbitos, y de la unión de todo el grupo. Es un placer trabajar con cada uno de ellos. Quiero hacer una mención especial a mi cuerpo técnico y a nuestras familias, por el gran sacrificio que han hecho y que, gracias a Dios, ha dado frutos. Ha sido un trabajo incansable y una dedicación que no puedo dejar de reconocer.
A mi familia, GRACIAS, por compartir conmigo esta pasión, por tantas videollamadas para sentirnos cerca y, especialmente, a mi esposa, por guiarme, protegerme y sacar siempre lo mejor de mí", expresó.
Y al repasar lo construido, fue claro, nada ha sido casualidad.
“Hemos crecido en la región. Hemos participado en Nations League, en Copa Oro, en Copa América y, en algunas de ellas, llegando a finales o pasando históricamente de ronda. Todo esto ha sido fruto de un trabajo constante para alcanzar la meta final: el Mundial 2026”, dijo.









