El Gobierno de la República de Panamá condenó ayer, sábado, de forma enérgica el uso de la tortura y la difusión de videos con personas secuestradas por parte del grupo Hamas, calificando estos actos como «graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario y a los derechos humanos».
«Reiteramos nuestro firme rechazo a toda forma de violencia y exigimos la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes», señala el comunicado difundido por la Cancillería panameña.
Asimismo, el pronunciamiento destaca que «la instrumentalización del sufrimiento humano con fines de propaganda o presión política es inaceptable”.
Panamá, actual miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, reitera su «firme rechazo a toda forma de violencia».
El comunicado concluye con un llamado a la comunidad internacional a «actuar con urgencia para poner fin al conflicto y asegurar el respeto a la dignidad y la vida, tanto de israelíes como palestinos».