Hasta en las trabajadoras sexuales hay clases y niveles, por lo que no es lo mismo contratar una en la calle a oscuras, que una que tienes que pagar con tarjeta de crédito.
El trabajo sexual no es más que ofrecer servicios sexuales a cambio de dinero. A las personas que se dedican a la prostitución se les conoce como trabajadores sexuales.
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Juana Torres o Dulce Ana, como la conocen en la calle, lleva muchos años en este negocio y a pesar de tener 63 años, considera que no cualquiera llega a su edad con tan buena salud.
Dulce Ana le contó a día a día que muchas personas incurren en la práctica por necesidad, es decir, deudas, además que algunas mujeres les toca ser madre y padre y tienen que buscar los reales para su hogar.
Esta mujer siempre recuerda su natal Honduras y a pesar de los duros golpes que recibió en su infancia, no desea que la juventud caiga en estas prácticas, por el contrario, le gustaría ser el vehículo necesario de información para orientar a las nuevas generaciones.
'Para llegar a mi edad hay que hacer mucho'
El Día Internacional de la Trabajadora Sexual se conmemora anualmente desde 1976 cada 2 de junio.
En el mundo se prostituyen entre 40 y 42 millones de personas. De ellas, el 80% son mujeres o niñas, la mayoría (75%) con edades que van de los 13 a los 25 años.
En tanto, nueve de cada diez personas que se prostituyen dependen de un proxeneta o padrote', según datos del Primer Informe Mundial sobre Explotación Sexual publicado por la Fundación Scelles, París, Francia.
Dulce Ana ha participado en foros sobre Derechos Humanos en Latinoamérica y hoy por hoy es una defensora de las mujeres y su trabajo sexual.
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También es fiel creyente de que todos deben al momento de tener relaciones cuidarse y de esta manera evitar cualquier infección de transmisión sexual. Dulce Ana recomienda siempre visitar las clínicas amigables que hay en Panamá. En estos centros la atención es gratuita.
Aquí te dejamos el reportaje realizado titulado Sexo en la ciudad: La historia real de una trabajadora sexual.
