Después de asegurar su trasero por millones la exuberancia que destila Jennifer Lopez en sus apariciones públicas le ha llevado siempre a recibir todo tipo de cumplidos que, además de destacar su tonificada figura, han elogiado la firmeza de sus nalgas, unos atributos a los que ella misma se refiere en una de las canciones de su nuevo disco, Big Booty. Lejos de constituir un acto de vanidad, la estrella del pop asegura que la peculiar idea procede de sus dos hijos, los mellizos Max y Emme, quienes la forzaron a incluir semejante título en su último trabajo discográfico.
Jamás se me habría ocurrido a mí cantar sobre mi trasero de forma tan natural, y menos aún optar por un título que deja tan poco a la imaginación. Pero un día estaba con mis hijos en el coche, escuchando la maqueta de la canción, y se volvieron locos. Me dijeron que tenía que llamarla Big Booty y así lo hice. No tuve elección, me forzaron, reveló la diva del Bronx en el programa de televisión del humorista Jimmy Kimmel.