@DiaaDia
Ni la tarea de encontrar a Miguel de Cervantes era coser y cantar ni probablemente exista la certeza plena de su hallazgo. Pero los científicos que buscan a Cervantes dijeron haber ubicado restos óseos del autor español en muy mal estado.
Los huesos, fragmentos y esquirlas, están mezclados en un osario con al menos otros 15 cuerpos en la cripta del convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, donde Cervantes fue enterrado en 1616. Esos restos serán difíciles de aislar, identificar y cotejar con ADN, lo que alimenta el misterio en torno al paradero del hombre que escribió la novela más importante de la literatura española: Las aventuras del ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha.
Es comprensible que la gente se hubiera ilusionado con un esqueleto completo, pero esto es lo máximo que vamos a encontrar, dijo a The Associated Press el historiador que ideó todo el proyecto, Fernando Prado.
No hay restos reconocibles de la mano izquierda, que el escritor tuvo paralizada durante años por una herida de guerra, ni tampoco del cráneo ni del pecho. Pero los arqueólogos están convencidos de que su cuerpo está entre esos fragmentos. Para ello se basan en las fuentes históricas, que documentan cómo 17 cuerpos, incluido el de Cervantes, fueron trasladados de la iglesia del convento a la cripta durante unas obras de ampliación entre 1698 y 1730.
No es la primera vez que España trata de hacer justicia con alguna de sus figuras más universales. Un proyecto similar en 2009 fracasó en el intento de recuperar los restos de Federico García Lorca, fusilado en 1936 y enterrado a la intemperie en una fosa al comienzo de la Guerra Civil Española.