Las lágrimas, sentimientos de dolor y reclamos de justica se juntaron durante el sepelio de Cristani Grand, realizado ayer en el templo Bethel, el cual se quedó chico para la cantidad de personas que se juntaron para despedir a la pequeña de seis años.
La carroza que transportaba el cuerpo de Cristani, quien en vida soñó con ser maestra, llegó a su casa en La Doradilla a las 10:40 de la mañana, en donde era esperada por sus vecinos y familiares.