El jamaicano Usain Bolt, que obtuvo ayer su tercer título mundial consecutivo en 200 metros, reveló que su entrenador, Glen Mills, le había pedido "que no empujara mucho" para no arriesgarse a una lesión.
"Cuando entré en la recta me sentí cansado, con las piernas un poco pesadas. Mi entrenador me dijo que no empujara mucho, si podía evitarlo, de ahí que aflojara en la recta", comentó el plusmarquista mundial tras la final, en la que se impuso con un tiempo de 19.66, trece centésimas más rápido que su compatriota Warren Weir.