Un campesino chino de la comarca de Wulong, en el centro de China, guardó dos bombas de la Segunda Guerra Mundial bajo su cama durante 25 años, informan medios locales.
En el año 2000, el campesino conoció a un veterano de la Guerra de Corea (1950-1953) que le reveló la naturaleza de ambos ingenios, pero él decidió seguirlos guardando. Finalmente, la policía acudió a desactivar los artefactos.





