Una sorpresa se encontraron los pacientes que se atienden en la sala de hemodiálisis en las instalaciones de la Caja de Seguro Social, cuando ayer en la mañana acudieron como de costumbre a recibir su tratamiento, pero no fue posible.
Resulta que una parte de la sala estaba cerrada, lo que impidió que se aplicara el tratamiento a estos pacientes, lo que causó molestia entre los afectados y desencadenó en una protesta en horas del mediodía.





