A diario vemos niños llorar, armar rabietas o sonreír ante distintas situaciones. Usted se preguntará qué los motiva a sentirse y actuar de diversas formas, cómo puede manejar esas emociones sin salirse de control y detectar cambios repentinos en la conducta.
Debe saber que los estados de ánimo son experiencias personales de las emociones que influyen en la conducta y dependen del ambiente que rodea al niño.
Hay niños más alegre que otros, esto se debe básicamente a cómo los padres incentivan esas emociones, desarrollan el humor y el ambiente al que pertenecen.