Vida. Habitualmente estoico, Miguel Cotto no pudo contener la emoción al pensar en todos los momentos familiares que se perdió en más de dos décadas como boxeador. Las incontables horas en el gimnasio lo mantuvieron alejado de su esposa y cuatro hijos, a veces durante meses.
"Me he perdido cumpleaños, graduaciones... de todo. No volverán, pero disfrutaré al máximo el día a día. Y no me volveré a perder un día más en sus vidas", dijo Cotto, quien se despedirá del cuadrilátero cuando enfrente a Sadam Ali el 2 de diciembre en el Madison Square Garden.