¡Pa' que vean que el "hollywoodense" Leonardo DiCaprio se acordará siempre, siempre de Panamá! El protagonista de la recordada y exitosa película "Titanic" llamó a una serpiente panameña como su madre. ¿Cómo es la cosa, el cuento?
Deslizándose entre los arbustos en los bosques al pie de las montañas de Panamá, vive una serpiente del color de las brasas quemadas, con ojos redondos como carbones encendidos. La serpiente es una de las cinco especies recién descubiertas que viven en las selvas de América Central y del Sur.
"Estas nuevas especies de serpientes son solo la punta del iceberg en términos de descubrimientos de nuevas especies en esta región", dijo Alejandro Arteaga, presidente y director de investigación de la Fundación Khamai, una organización no gubernamental centrada en la conservación.
"Si la minería ilegal continúa a este ritmo, es posible que no haya oportunidad de hacer descubrimientos futuros...", resaltó el experto.
S. irmelindicaprioae, así es como se llama la serpiente por nada más y nada menos que Leonardo DiCaprio. El actor y conservacionista pidió que la serpiente llevara el nombre de su madre, Irmelin Indenbirken.
Este animal mide unos 38 centímetros (15 pulgadas) de largo y pasa las tardes sobre hojas de palma a 3 metros (10 pies) del suelo, buscando caracoles y babosas. Dócil hasta el extremo, no se defiende mordiendo, sino enroscándose protectoramente alrededor de su cabeza y emitiendo un olor fétido.