Bombero de corazón

Un sueño realizado.

Desde muy pequeño, César Arosemena sentía el deseo de ayudar a los demás y cada vez que tenía la oportunidad de hacerlo no la desperdiciaba.

Cuidaba de los animales o algunos de sus primitos que estuvieran en peligro, pues sufría al ver a alguien pasar momentos difíciles.

Al pasar el tiempo, su deseo aumentaba, y en contra de la voluntad de su madre se acercó al grupo de bomberos voluntarios y se encaminó por el camino de ayudar al país.

Siendo un joven tuvo que enfrentarse a su primer incendio, el cual recuerda como si fuera ayer, “fue en El Chorrillo y el humo que salía se veía desde muy lejos”, recordaba César , pero con los nervios de punta y el corazón latiendo a mil por hora se arriesgó y todo salió bien.

 Otra profesión Después de pasar por muchos salvamentos despertó en él las ganas de tocar un instrumento musical y brindar sus servicios al Cuerpo de Bomberos.

El instrumento elegido fue el bombo, el cual le fue fácil aprender a tocar y poder formar parte de la Banda de músicos del Cuerpo de Bomberos de la Zona uno de Plaza Amador, con la cual ha ganado muchos concursos y dejado en alto a su departamento.

Hoy ya han pasado 30 años de brindar sus conocimientos en música y ayudar a los demás.

Ahora sus cuatro hijos quieren seguir sus pasos y aunque su esposa se opone, él dijo que los va apoyar, pues no hay nada más hermoso que servir a la Patria.

 Para el futuroCuando él ya no esté quiere ser recordado como un hombre que ayudó a muchas personas y que dejó la vida en todo lo que hizo.