Cientos de pacas de cigarrillos fueron entregadas a la Autoridad Nacional de Aduanas para su destrucción, como parte del entierro del tabaco.
Exfumadores y funcionarios de Salud con pancartas apoyaban esta causa, pues el cáncer que genera el humo del tabaco es una de las principales muertes en Panamá.
Hasta la fecha, Aduanas ha decomisado 80 millones de pacas.