<h6><strong>Medios internacionales reportaron los actos del "asesino en serie"</strong></h6><p>Holbert, conocido en la localidad como el <strong>Salvaje Bill</strong> (Wild Bill), confesó su responsabilidad en todos esos casos tras ser detenido por las autoridades nicaragüenses a fines de julio de 2010, cuando intentaba huir cruzando hacia Costa Rica a través del fronterizo río San Juan.</p><p>Holbert viajó a Panamá huyendo de la justicia estadounidense.</p><p>Según se informó al momento de su detención estaba solicitado <strong>por presuntamente haber vendido una propiedad que no le pertenecía</strong> en el estado de Carolina del Norte, así como también por el supuesto robo de un vehículo.</p><p>Había recurrido <strong>al uso de nombres falsos</strong> para evadir a las autoridades en seis estados distintos.</p><p>En Panamá, Holbert era <strong>William Cortez</strong>. Medios internacionales como la <a href="https://www.bbc.com/mundo/noticias-40957352"><strong>BBC </strong></a>indicaro que la pareja se acercaba a sus potenciales víctimas haciendo creer que eran ricos empresarios en busca de oportunidades de negocio.</p><p>Así fue como Holbert sometió a <strong>sus primeras tres víctimas:</strong> un matrimonio conformado por Michael Brown y Manchittha Nankratoke Brown, y el hijo de ambos, <strong>Watson Seaward Brown.</strong></p><p>En diciembre de 2007, el Salvaje Bill se hospedó durante varios días en una finca que la familia estaba vendiendo, haciéndose pasar por un comprador interesado en adquirirla.</p><p>Entonces, descubrió que Michael Brown había estado relacionado en el pasado con casos de tráfico de drogas y que tenía una importante suma de dinero en efectivo y en depósitos en un banco, por lo que decidió liquidarlo a él y a su familia para quedarse con sus bienes.</p><p><strong>Mató a los tres el mismo día</strong>, en acciones separadas y calculadas. Se hizo con el dinero y a partir de entonces <strong>la finca fue rebautizada como Hacienda Cortez</strong>, haciendo creer a los vecinos que la familia le había vendido la propiedad y se había marchado.</p><p>En esos terrenos <strong>enterró no solo a estas primeras tres víctimas, sino también a las otras dos.</strong></p><p>En marzo de 2009, el <strong>Salvaje Bill mató de un disparo</strong> en la nuca a <strong>Bo Icelar</strong>, otro hacendado estadounidense que tenía dos fincas en Bocas del Toro.</p><p>Ambas propiedades estaban a nombre de una sociedad empresarial, por lo que poco después del crimen, modificó los documentos de la misma para hacerse dueño de la totalidad de las acciones.</p><p>La última víctima, <strong>Cheryl Hughes</strong>, era dueña de un hotel y otras propiedades en la zona.&nbsp;</p>