Ha elegido morir
Una polémica se ha creado en Estados Unidos, luego de que una mujer de 29 años anunciara a través de un video en el portal de visitas de YouTube su decisión de poner fin a su vida tras habérsele diagnosticado una enfermedad terminal.
El mensaje de Brittany Maynard está teniendo un impacto inusual en su país, donde ha reavivado el debate sobre la eutanasia.
En solo cinco días, el video de esta estadounidense ha recibido más de 5,800,000 visitas en el portal.
Sentada frente a la cámara, Maynard explica que supo que tenía un tipo de cáncer cerebral sin cura en enero, poco después de su boda.
Justo cuando me diagnosticaron, mi marido y yo estábamos buscando activamente ampliar la familia. Fue muy doloroso.
En su video, producido por la organización pro eutanasia Compassion & Choices, Maynard saca de su bolso dos botes con píldoras que dice que tomará para morir, en su dormitorio junto con sus seres queridos, mientras suena música de su elección.
Maynard eligió el 1 de noviembre como la fecha de su muerte, dos días después del cumpleaños de su marido, Dan Díaz.
Ella y su esposo se mudaron de California a Oregón, uno de los cinco estados en EE.UU. en los que el suicidio asistido por doctores está permitido. Una vez que estableció allí su residencia y probó que le quedaban menos de seis meses de vida, obtuvo las medicinas para morir.
Maynard ha realizado el video con la esperanza de que otras personas que no tienen los mismos recursos para mudarse a otros estados de EE.UU. tengan la misma opción.
Los pacientes terminales en pleno uso de razón pueden solicitar la muerte asistida a un doctor.
El paciente debe tragar la píldora sin ayuda. Es ilegal que el doctor la administre.
Más de 750 personas en Oregón habían hecho uso del derecho a morir dignamente hasta el 31 de diciembre de 2013. La edad media de los solicitantes es de 71 años. Solo seis eran menores de 34 años, como Maynard.
La historia de Maynard ha reabierto el debate en EE.UU. sobre la moralidad del suicidio asistido.
Compassion & Choices cree que el impacto del video también se debe a un cambio generacional en EE.UU.