El Bayern Múnich alemán ridiculizó a un Barcelona indefenso con un 2-8 inapelable que volvió a hacer presentes los fantasmas europeos del conjunto azulgrana de las últimas temporadas.
En la primera parte el Bayern fue una apisonadora para el Barcelona y en el minuto 31 ya vencía por un contundente 1-4 Müller por partida doble, Perisic y Gnabry a causa de su implacable efectividad ante la portería rival.
Había recortado el conjutno culé con un autogol de David Alaba.