En medio de la euforia por la exclusión de Panamá de la lista gris de la Unión Europea (UE), analistas panameños piden a las autoridades el máximo esfuerzo para que el país no vuelva a ser incluido en esa o alguna otra, por lo que sugirieron para ello modernizar leyes financieras y cero tolerancia con la corrupción, en aras de atraer inversiones y generar trabajos formales.
Panamá, una economía dolarizada muy dependiente de los servicios, encara retos gigantes en materia laboral y económica en un entorno internacional más que complicado, lo que supone una dosis de dificultad adicional, añaden los expertos consultados por EFE.
La salida de la lista de blanqueo de la UE confirmada la semana pasada por la Eurocámara - siguiendo así los pasos del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que hizo lo propio a finales de 2023 - está generando expectativas sobre la llegada a Panamá de inversión extranjera directa que apalanque la generación de empleo formal, tan necesario para el crecimiento económico como para la estabilidad del recién reformado sistema de pensiones.
Hay que mantener al país fuera de las listas
El economista y analista panameño Carlos Araúz dijo a EFE que Panamá tiene que estar "muy consciente de las acciones" a ejecutar para no volver a las listas, tomando en cuenta que en la última década ha entrado y salido de la del GAFI y la UE.
En ese camino es "importante la regulación, la modernización de las leyes que administran lo financiero y lo legal en Panamá" y fortalecer la administración de Justicia, "que ha sido un pendiente y una espada de Damocles también, porque caer en listas es una llamada de atención porque no te estás portando bien", dice Araúz.
El también economista Olmedo Estrada agrega que además hay que "castigar a las empresas y a las personas que cometen ilícitos o actividades encaminadas a lavar dinero".
"Aquí no debemos permitir que nadie, ni empresas, ni personas, dañen la reputación del país y hay que castigar de manera ejemplar para que nadie se le ocurra utilizar a Panamá para beneficio propio, utilizando estos medios ilícitos para enriquecimiento de sus empresas", asevera.
Los expertos reconocen el esfuerzo de los últimos gobiernos, y especialmente el poder de ejecución de las estrategias por parte de la actual administración de José Raúl Mulino, para sacar al país de la lista de la UE, y reiteran que en la medida que no se vuelva allí "Panamá podrá crear bienestar".
Se potencia la atracción de inversiones y la creación de empleo
Araúz recalca que la inversión extranjera en Panamá tiene años cayendo y que la salida de las listas potencia la atracción de estos flujos precisamente cuando crece el desempleo y la economía informal en el país centroamericano, algo en lo que coincide Estrada.
"Se abren las puertas para los países que quisieran tener opciones de inversión", comenta Estrada, que señala que Panamá cuenta con "un alto porcentaje de las inversiones procedentes de España, Francia, Inglaterra, Alemania, Países Bajos".
"Una gama de naciones europeas tienen proyectos en Panamá y de alguna manera se habían suspendido esas inversiones porque aparecíamos en una lista", afirma.
Tras un pico de más de 5.500 millones de dólares en inversión extranjera directa (IED) en 2018, según datos de ese año del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), estos flujos han ido cayendo en Panamá, para situarse en 2.832,6 al cierre de 2024 de acuerdo con la misma fuente.
Estrada sostiene que Panamá tiene ahora más oportunidad "para traer las inversiones que se requieren para reducir la tasa de desempleo que ya ronda el 10 %".
La tasa de desocupación en Panamá es del 9,5 % y la de informalidad es del 49,3 %, según datos del INEC a octubre de 2024. Ambos indicadores saltaron tras el cierre por orden judicial en 2023 de una gran mina de cobre, lo que dejó sin empleo directo a unas 6.000 personas y afectó a otras 40.000 que se beneficiaban indirectamente.