Jaime Penedo volvió a ser el hombre que se llevó las ovaciones, pero en esta ocasión no fue por los fanáticos de la Roja ni por los seguidores del Dinamo Bucarest del fútbol rumano.
Penedo, en esta oportunidad, se llevó el cariño y la aclamación de los infantes recluidos en el Hospital del Niño, además de los hinchas que se encontró ayer en los predios de dicho lugar.