Roberto Moreno es, con seguridad, el panameño que mejor puede describir lo que se siente vivir una cita mundialista desde dentro. En Brasil 2014, llegó a la Copa del Mundo como silbante, y fue el único istmeño en la cita.
"La emoción que se vive antes y después del partido es como cuando estamos niños y nos dicen que vamos a Disney... nos empezamos a imaginar un montón de cosas y ya luego, cuando llegamos, decimos: '¡no puedo creer que yo estoy aquí dentro, en este lugar!'", contó el retirado réferi a día a día.